martes, 15 de diciembre de 2009


Acerca de Salarios Ilegales, Compra de Conciencia y
el Caso del Prof. Atilano

En la UASD de hoy, llama vigorosamente la atención la resuelta actitud de la vice-rectora administrativa de la UASD, Prof. Maritza Camacho, devolviendo un aumento salarial, por considerarlo selectivo e ilegal en favor de la cúpula dirigente de la UASD. Mis felicitaciones a la Prof. Camacho por tan noble acto.

Nadie ha sabido explicar si el aumento (que incluye la regalía) es en razón de mérito al trabajo, dedicación ejemplar a la docencia o por merito a la docilidad y obediencia ante la llamada (y fracasada) reforma y las manipulaciones que desde la rectoría se tejen continuamente contra el profesorado y la institucionalidad universitaria.

¿Un pago a qué? A la eficiencia de los actuales dirigentes por dotarnos de buenos baños, pulcras aulas, bien ventiladas y limpias ellas; butacas decentes y en buena cantidad, entre otras conquistas de gestión... O es un pago de consolación ante la derrota que infligió el profesorado con su voto crítico a la intensión aviesa de seguir ampliando la nómina por razones electoralistas y clientelistas en la UASD. ¿Tendrán que ver el silencio y la impunidad con esos chelitos?

¿De dónde sale ese dinero, en una UASD en bancarrota? ¿Qué sector de la docencia, de la calidad ambiental o de los académicos adversarios se sacrificará esta vez en nombre de nuestras esforzadas autoridades?

A esto se suma otra belleza ética; la ultima hazaña en el mercado de las ideas y la genuflexión fue la compra de los dirigentes y delegados de la VED ante el Consejo Universitario, a quienes se colocó "salarios" de decenas de miles de pesos, con el objeto de silenciarlos y distanciarlos del Bloque contestatario a la gestión.

Todo esto ocurre teniendo como telón de fondo las cancelaciones por parte del Rector contra profesores que le adversan con altura y decoro. El caso del Prof. Atilano Pimentel sigue doliendo y seguirá aguijoneando la conciencia universitaria como el más clásico ejemplo de lo que representa esta gestión en términos de valores y en el compromiso de la formación crítica de sus integrantes, como rezan sus estatutos de la UASD.

La intolerancia del Rector contra Atilano Pimentel es, además de un terrible precedente, una odiosa e inaceptable advertencia a quienes pretenden pensar o actuar en sentido distinto de una autoridad, cuya condición, precisamente obtiene de forma provisional dada la confianza depositada por los profesores que hoy son vilipendiados por la soberbia de un poder mal entendido y que no le pertenece.

Atilano no está solo... su defensa continúa y no cesará hasta que triunfe la racionalidad, la decencia y la dignidad como muestras de equidad para todos los académicos de la UASD.

Prof. Lorenzo Vargas-Lenchy

No hay comentarios:

Publicar un comentario